La mayor radiación ultravioleta a la que están sometidas las viñas plantadas en altura llevan a la uva a desarrollar pieles más gruesas, más concentración de antocianos (color) y mejores niveles de taninos dando lugar a vinos con más color, más suavidad y menos astringencia.
Las laderas de las Montañas de Prades, con suelos pobres, llenas de rocas y guijarros, provocan un impacto diferenciado del suelo en las viñas produciendo un fruto con acidez natural superior en comparación con las uvas de cotas más bajas. Buena acidez en la fruta beneficia la producción de vino de alta calidad, con intensa concentración, cuerpo y sabor. Estos vinos son particularmente aptos para el largo envejecimiento.
Las uvas de altura con una mayor exposición solar, tienen una mayor cantidad de Resveratrol y Procyanidin, unos antioxidantes que se encuentran en las pieles gruesas de la uva. También tienen efectos antivirales, neuroprotectores, anti-envejecimineto y anti-inflamatorios.
La viticultura de altura de CARA NORD da uvas con un alto contenido de polifenoles. Investigaciones recientes apuntan hacia el aumento de los beneficios de los vinos tintos que contienen polifenoles más altos en el control de las enfermedades del corazón.