Los viñedos en altitud

aportan diferencia a nuestros vinos

Viñedos en altitud en Cara Nord

Desafiando la erosión y maximizando la calidad

En la cara norte de la Sierra de Prades la temperatura disminuye aproximadamente 0’65 °C por cada 100 m. de altitud. El ambiente es más limpio y delgado que en los valles y los rayos Ultravioleta (UV) aumentan un 4 % por cada 250 m. de altura.
La viticultura de altitud presenta en su gestión una cierta dificultad, con unas condiciones climáticas difíciles. Hay cambios de temperatura continuos, radiaciones intensas, viñedos en pequeñas parcelas de difícil acceso, inclinadas, donde la cepa debe ser fuerte y estar bien arraigada para aguantar la continua y fuerte erosión del terreno.
La viña de Cara Nord Celler se encuentra sobre un suelo de transición entre el rocoso de pizarra de las laderas de las montañas y el calcáreo de arcilla y guijarros de algún pequeño valle que se alternan con una combinación perfecta para el cultivo de uvas maduras e intensas.
El viento de Marinada del mediodía que desciende por el bosque de Poblet refresca la vid, de forma suave y constante evitando la acumulación de humedad en la uva y facilitando una maduración sana, lenta y pausada.
El estrés híbrico por falta de lluvia y riego de las viñas concentra el sabor, el aroma, y el color de la manera más extraordinaria, a la vez que inhibe la proliferación de hongos y ayuda a la agricultura sostenible.

Expresión auténtica

Las viñas de altura de Cara Nord Celler tienen un período de maduración más largo que la media, y tienen mayores tasas de fotosíntesis, más antocianos, más color y, por supuesto, una paleta de aromas y sabores más amplia y diversa.
Las viñas gozan de 330 días al año de cielos claros con un sol omnipresente, que optimiza la fotosíntesis. Al ser más ligera la atmósfera, hay un porcentaje superior de rayos ultravioleta que hace que aumente el grosor de la piel de la uva, haciendo que aumenten el color y los antocianos. Tienen el efecto de días soleados y noches frescas, que siempre favorecen la calidad del vino.
Condiciones climáticas difíciles y una geología impresionante que intensifican el metabolismo de las uvas dando profundo color, amplia gama de fragancias y un intenso sabor a los vinos.
El hecho de que las uvas de Cara Nord Celler crezcan en condiciones marginales, aporta diferencia a los vinos y constituye una expresión auténtica del entorno limpio e impoluto en el que viven, un reto continuo con resultados muy singulares y únicos.